Son el conjunto de elementos de carácter accesorio dispuestos horizontal o verticalmente, a la altura apropiada en función del tipo de tráfico del local que vayan a proteger y servir de apoyo, destinados a salvar las paredes o puertas de golpes, roces, rayas, etc.
Suelen estar fabricados en PVC, exceptuando el caso de los pasamanos, fabricados en aluminio aunque presenten un recubrimiento superficial a base de PVC. Su empleo en edificios públicos está viéndose aumentado en los últimos tiempos con el fin de proteger sus paredes, esquinas y puertas del deterioro por impactos, consecuencia directa del elevado tráfico de personas que acogen.
Precisan de un mantenimiento sencillo y su instalación no ofrece problemas. A cambio, los protectores tienen la capacidad de aguantar los golpes provocados por camillas, sillas de ruedas, carros, etc.
Obras representativas: